miércoles, 5 de diciembre de 2012

Restaurante Rodero, cena especial de otoño.


El pasado 20 de octubre tuve la ocasión de visitar por primera vez el Restaurante Rodero de Pamplona. Lo cierto es que llevaba un tiempo queriéndolo hacer pero me faltaba la ocasión o disculpa. A veces, cuando tienes las cosas muy a mano, es lo que pasa. Qué se lo digan a Francis Paniego! no sé las veces le he comentado mi intención de ir a su casa, en Ezcaray, y no hay manera.
Con Rodero me venía pasando un poco igual. Lo tenía en mi agenda, como un imprescindible, pero tuvo que ser Cristina (Garbancita) la que me provocara finalmente para acudir, con una proposición difícil de resistir. Una cena maridada con champagne Taittinger, prensentada como "Menú de bienvenida al otoño".


Me encanta el champagne, y una cena maridada en un Restaurante de mi lista de objetivos a corto plazo, en esas condiciones, pasaba a convertirse en prioridad número uno.
Así que pese a que el resto de los elementos jugaban en mi contra. Ese día participaba en #Gastonómadas #Logroño, y caían chuzos de punta, pero me cogí el coche y me fui a Pamplona sin pensármelo dos veces a conocer a Koldo, su cocina.... y a beber champagne.


Ante un lleno absoluto, Koldo toma el micrófono y presenta el programa de la noche. Le acompaña un representante de Bodegas Chivite, vino con el que se acompañará también el menú de esta noche. Nos irán explicando antes de cada plato las carácterísticas del mariaje.
Acabo de echar un vistazo a los platos que Koldo ha elegido para esta noche y se me está haciendo la boca agua....  Erizos de mar, miel, velo de oro, algas, bombón de foie, cardamomo, cremoso de manzana, me he quedado con lo esencial, con nombres que me provocan sensaciones placenteras y estoy impaciente por empezar.
Va a ser una noche muy especial!

Este es el primer plato en escena. "Mejillones de roca con salsa Kimchee" maridados con Taittinger Prestige Rosé.
Me los tomo de un bocado y enseguida veo que necesito más! La espuma es una delicia, las huevas un divertimento y un punto maravilloso para el plato, y la salsa con ese picante característico de esta elaboración de origen coreano un complemento muy acertado.
El impacto incial me hace olvidar tomar la foto del "Capuccino de erizos de mar y castañas" que le sigue maridado con Folies de la Marquetterie de Taittinger. Servido en taza y estupendo. La imagen la tengo en la memoria, y la vuelvo a revivir ahora, siento no poder compartirla.....
Me recompongo e intento seguir adelante.

Este es el plato de "Alcachofas, chicharro marinado y jamón con toques de manzana y miel". Continuamos con el mismo champagne. El plato que más gustó a mi acompañante de mesa, muy de pescados semicrudos. He de reconocer que el conjunto era armonioso y muy bien compuesto. Las clásicas alcachofas con jamón con un toque diferente y moderno. Visualmente soberbio. Al igual que la siguiente elaboración.
Se trata de el "Royal de setas de otoño con velo de oro". Veo este plato de otoño y también de Navidad. Imposible contenerse con algún gesto o palabra de asombro ante semejante emplatado.
Voy arrancando a pedacitos el manto dorado que cubre las setas y me lo llevo a la boca con enorme curiosidad de experimentar su textura, que es suave y agradable. Salvo el sentido del olfato que lo tengo entretenido con el Folies de la Marquetterie y el del oido pendiente de mi contertulio, los otros tres sentidos los tengo bien ocupados en este "Royal".

Tengo que aprovechar el momento Taittinger, sé que a continuación vienen los vinos que son de Chivite. Todos seleccionados para la ocasión, pero estoy encaprichada como una niña y pienso seguir mi cena prolongando el champagne. Lo siento Koldo, voy a destrozar el maridaje pero soy de quienes piensan que el champagne es un perfecto acompañante para una comida o cena de principio a fin.
Mi acompañante por su parte está encantado de recibir el rosado de Chivite de su 125 Colección para continuar con el siguiente plato.
"Salmonetes con sémola marinera y algas". Ultimamente me estoy aficionando a las algas y cuando me las encuentro en un plato me encanta. El salmonete perfectamente cocinado, la sémola le iba muy bien.



El color de mi Rosé es ahora color salmonete o quizá viceversa; el color del salmonete de Koldo Rodero es color Taittinger. 
"Paloma torcaz con bombón de foie y bizcocho salado de cardamomo". Impresionante plato. El bombón de foie vuelve a presentarse con destellos brillantes, ahora me parece una bolita de navidad. La paloma tierna como la espuma, el bizcocho fantástico. Qué ganas tenía de probar el cardamomo! se lo dije a koldo. Sabía que iba genial en repostería, sobre todo con chocolate pero no había tenído la ocasión de comprobarlo. De la bolita para que hablar... chapeau!
Mi acompañante saborea su Arínzano "La casona 2008". Yo sigo a piñón fijo con el champagne.
El postre llega más otoñal que ninguno de sus platos predecesores. "Cremoso de manzana y almendra, con chivite vendimia tardía". Parece un pedazo de bosque... con su tierra, sus hojas caídas, su tonos verdes, amarillentos. Este postre sabe, huele, suena, y se contempla a la vez. Un placer para los sentidos.
Aquí sí me rindo al Moscatel de Chivite Colección 125.
En un ambiente relajado y festivo, ya ha llegado el momento de levantarse, saludar y hacer alguna que otra foto de recuerdo del evento.

Cristina toma la iniciativa. Todo el equipo de cocina posa junto al embajador de marca de Chivite. Satisfechos y contentos, porque todos los demás también lo estamos.
Ha sido una cena y una experiencia estupenda, que esperamos que Koldo se anime a repetir en forma de cena de invierno, de primavera y de verano también!
Un éxito por el que todos le felicitamos. Ambiente agradable, cocina de primera. Un restaurante con más de 40 años de historia. Una cocina creativa basada en los productos de la tierra, que goza de una merecida estrella Michelín.

Muy bien Koldo, muy bien!!

2 comentarios:

  1. Un evento de 10. Hay platos visualmente muy llamativos. Me quedo con el "Royal de setas de otoño con velo de oro". No llego a adivinar su textura ni su sabor, intriga, dan ganas de probarlo.

    Besos
    Bocados Divinos

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  2. Qué suerte de cena, ese velo dorado la verdad es que entra por los ojos y mucho. Se ve todo delicioso.
    bEsotes

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